Ay Gorriona !!!

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La gorriona saltaba de rama en rama mientras el lobo le miraba desde los matorrales.
Se posaba en un rama y cantaba. Hacía un pequeño vuelo, se posaba en otra rama y volvía a cantar. El lobo estaba inquieto observando la indiferencia maliciosa del pequeño ave.



La gorriona se paró un una pequeña rama desnuda de hojas y movió sus alas como regodeándose de poder haber subido allí, de poder volar y llegar mas cerca de la luna de lo que el lobo jamás podría.



El lobo escondía las heridas de su último enfrentamiento, aparentando fortaleza laqueus, sentado sobre sus patas traseras y con la cabeza bien alta, haciendo notar su presencia. Se debatía entre comérsela o tan solo matarla por su osadía.

La gorriona voló por encima de los árboles y comenzó a dar piruetas informes pero armoniosas y por un momento desapareció de la vista de Lycans. El lobo frustrado se tumbo en el fresco césped, dejando caer su cabeza de lado para sentir el cosquilleo de la hierba en su sien.

De repente, un ruido. Lycans levantó la cabeza a media altura para intentar adivinar que era. La gorriona se posó en su hocico, se miraron a los ojos y se besaron.

viernes

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viernes 15:00 Lycans llama a Mevaco.

- Ehhh Mangas de Humo!!
- Ehhh Persigue-tortugas!!
- Oye!! ¿al final que hacemos hoy?
- Pues tenemos varias opciones. Las mejores: concierto de M-Clan y el Loco (Loquillo), concierto de los Hombres (G) o tocarnos los huevos y descansar para mañana.
- pues tocarnos los huevos, pero cada uno los suyos.
- Si, que si no luego te pones cariñoso.
- Nos quedamos en plan tranqui y vamos al concierto de Hombres, así no tenemos que andar con el coche "pa' rriba ni p'a bajo ".
- OK, y así podemos tomarnos unos "flungis" (cubatas).
- Mr. Esponja. Como te gustan los "cacharros" (cubatas).
- Podría morir dentro de un camión cisterna lleno de ron y moriría feliz.
- Te lo beberías seguro, mamón!!. Es como intentar ahogar a un pez en el agua.
- Habló!! el que no es de secano precisamente.
- Venga va!!, hablamos mas tarde y decidimos la hora.
- Vale, pero no nos podemos pasar que mañana tenemos cena en casa del Gran Wyoming.
- va!!, nos portaremos bien.
- Hablamos, barre-desiertos.
- Bye, pellizca-cristales.

Viernes 20:00 Mevaco llama a Lycans

- Ehhh afila-bolis!!
- Ehhh mastica-piedras!!
- Oye, que el Oso y "La Olvi" van también al concierto de Hombres.
- Pues quedamos con ellos pa' cenar antes y tomarnos "unos". shhhh pero pronto a casa que esos tienen mas peligro que Willy Fog con el Bonotransporte.
- Mañana tengo muchos informes que pasar.
- Y yo tengo que ir a correr un rato qué o me estoy pasando o me han dejao embarazao. Y el ¿gym? ¿Has perdido mucho?
- Pues 150 €
- jajajaja
- jajajaja
- Oye!, pásate en una hora por mi casa y vemos lo del viaje antes.
- Ok.
- Venga, rebaña-condones
- hasta ahora, pela-sandías.

Sábado 11:11

No se que carajo hago despierto y eso que tomé ron con limón, por lo de la cafeina de la coca-cola. LLegué a las... 5? 6? que más da. Una aspirina, un poquito de pan con aceite para asentar el estómago, un vasito de caldo de cocido para la destemplanza y me voy a comprar ropa. Llamaré luego al calienta-estufas del Mevaco a ver si sobrevivió y para quedar para lo gordo: la cena en casa del Gran Wyoming.

La montura.

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Terminada la partida de Poker, con los bolsillos vacíos y las ganas saciadas se encaminó hacia la salida por el estrecho pasillo decorado con papel grisáceo y posters de mujeres desnudas.

La madrugada no era fría pero la lluvia traía una sensación otoñal que agradaba tras la caída del caluroso sol. Kerk se abrochó un par de botones de la rebeca, metió las manos en los bolsillos y enfiló la calle Shuman en dirección a la plaza Steirfeir donde, seguramente, el bar ya estaría abierto y podría disfrutar de un café solo.

- McCallister!!, Kerk McCallister, ¿donde vas con tanta prisa?

Leslie, que salía también del local, le llamaba levantando una mano y sujetándose la falta plisada con la otra para evitar caerse con los zapatos rojos de aguja.
Leslie Creek era la joven señora del farmaceútico del pueblo. Se había apuntado a las partidas de Poker como venganza por los días que pasaba sola cuando Frank Creek salía de caza.

-Leslie, hola. ¿un café?
- Por supuesto - dijo mientras pasaba su mano por debajo del brazo de Kerk, presta a pasear por las calles con más estabilidad y mejor compañía.

-No ha ido muy bien la partida - dijo ella.
-Sigo creyendo que Jack Furtner y su esposa hacen trampas.
-No lo creo Kerk. Además tampoco es que saquen mucho beneficio de ello - dijo riéndose.

Aunque las sumas de dinero eran elevadas, ninguno de los que jugaban tenían problemas económicos y el ganador del año tenía que invitar al resto a una cena en su casa, con manjares y el mejor vino.

-Vamos a Steirfeir ¿no?.
-Si, claro. - dijo él en tono molesto por la obviedad. - sirven el mejor café de aquí a la costa.
-Seguramente, porque siempre te veo sentado tras la cristalera saboreando uno..., por cierto, ¿que tal tu mujer y las niñas?.
-Bien, gracias. Y ¿el matasanos de tu marido?.
-En casa durmiendo, llegó ayer por la tarde de Riversfield de caza.


Llegaron a Steirfeir, se sentaron en una pequeña mesa con mediocre apariencia del siglo XII, y pidieron. Él un café solo y ella un te.

-Veo que te gustan las bebidas calientes -dijo Leslie, mientras exprimía medio limón sobre el te templado por un cubito de hielo.
-Todo me gusta caliente, ardiendo. - dijo Kerk soplando su bebida.
-Te puedes quemar la lengua. - asomó la punta de su lengua entre sus labios finos.
-Creo que correré el riesgo. Y guarda eso, si no lo vas a usar.
-Siempre igual- dijo ella riéndose por haber provocado la broma.
-Y siempre te hace reír - dijo Kerk buscando la mirada cómplice de Leslie.
-Eres muy gracioso, tu mujer se tiene que entretener mucho contigo - dijo ella marcando cada palabra sexualmente - ¿Haces reír a tu mujer?
-Si, cuando me desnudo.

El resto del bar se giró al oír las carcajadas de la pareja. Al comprobar que eran Kerk y Leeslie volvieron a sus bebidas. Estaban acostumbrados a verlos allí alguna madrugada que otra, tras la partida de Poker.

-Leslie, dile a Frank que cuando quiera puede volver a venir a montar a mi yegua blanca que tanto le gusta.
-Claro, le encanta montar.
-Nos encanta montar -corrigió Kerk.
-Depende de la montura ¿no?. ¿Tu siempre montas la misma yegua?
-Si claro, aunque a veces a uno le apetecería variar, al final te acostumbras al ritmo de tu caballo.
-Variar de vez en cuando estaría bien -dijo Leslie acabándose el te.
-Sería divertido, pero ya no podría ver a mi yegua con los mismos ojos. La acabaría echando de menos y ella a mi.
-Hay que ser fiel.
-Cierto - dijo Kerk después de sorber con cuidado su café - las monturas no se pueden cambiar así como así.
-Cuesta mucho encontrar un buen caballo como para luego dejarlo por otro, solo por probar.
- ¿Estamos hablando de caballos? - dijo Kerk divertido y provocando la risa de Leslie.
-Acompáñame a casa Kerk McCallister.
-Por supuesto - dijo levantándose y haciendo una reverencia exagerada - Frank estará levantado y podré decirle lo de la yegua.
-Si, pero lo de la montura no.

Ambos salieron riendo del bar y se alejaron de Steirfeir.

Medalla de cartón.

´

Un premio para los amantes crudos
y sus cuerpos destemplados
que causan en las almas destrozos.
Se quedan con las vueltas de los nudos.
De las carreteras con los caminos perdidos
de las noches ebrias, los taxis ocupados
y del corazón, los despojos.

Un regalo solo para algunos.
Los mediocres que callen, se echen a un lado
y ponga a cubierto su triste corazón.
Tras los cristales se escucharán sus sollozos,
al descubrir en su alma colgada
su merecida, medalla de cartón.

Para ti y para mi, la fuerza de esta canción.

nota: se que a los seguidores de Fito les costará acostumbrarse a esta versión, pero aparece mi comandante colocado haciendo de las suyas y eso... eso me puede.
Y si, yo también estaba allí.




JODER!! no me digais que no os dan ganas de saltar de la silla!!!!

ROCK & ROLL ACTITÚD!!!!