Esperanza II

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(continuación Guerra/Ceguera I)

Tres días después el Sargento Aretxe y su rehén llegaron al emplazamiento de la Delta VII a 1 km de las líneas enemigas. El rehén ya no era tal, desde que de entre la matanza logró rescatar un uniforme enemigo no muy agujereado por la metralla aunque ensangrentado; y desde que la ceguera le había convertido en "enemigo íntimo" del Sargento.
Llevaban un mes compartiendo barracón, el rancho, el colchón y largas conversaciones sobre la guerra.

Amanecía. Hacía dos días que no caían bombas pero era un día más en el infierno cuando el correo llegó.


- Soldados!! Tenemos noticias de casa!! - dijo un soldado rechoncho y cojo que se hacía cargo de las comunicaciones con los mandos. Traía en la espalda un gran saco nuevo con noticias añejas. El correo solía tardar 2 o 3 meses en llegar.

Uno a uno fue diciendo nombres. Los soldados se lanzaban a las manos del correo para llevarse su "premio", salían corriendo a sus barracones como buscando una falsa intimidad.

- Sargento Aretxe - se escuchó. El Sargento cogió la carta y se sentó junto a Yul, que había conseguido remendar su uniforme e integrarse como uno más, aunque su acento despertaba alguna sospecha.

- ¿No la vas a abrir?
- Esta carta va dirigida a un hombre que ya no soy.
- Venga!, no digas tonterías.
- Serás Cabrón!!, después de lo que hemos visto. ¿Aún crees que la guerra no cambia a alguien?
- En el fondo, siempre serás el mismo.
- Y una mierda!!

El Sargento daba vueltas a la carta pensando si abrirla o no. La carta venía de Córdoba y casi no se distinguía el remitente ni el matasellos oficial con águila incluida, que parecía tener la cabeza arrancada.

- Es de mi mujer - prosiguió - ¿Tú crees que serán buenas noticias?
- Seguro que sí!! - dijo, intentando convencerse a sí mismo y pensando en las cartas que podría estar recibiendo de su familia, al otro lado de las trincheras. - ¿quieres que la abra yo?
- Si claro!! y también me puedes masticar la comida. Serás mamón!!
- Siempre tan respetuoso - dijo, mientras se levantaba en dirección a las letrinas.
- Que te den por culo!!

Después de unos segundos abrió la carta y leyó las 5 líneas que había escritas.
Con la carta en la mano salió corriendo en busca de su amigo Yul - Mamón!! So' cabronazo!!! - . Las lágrimas casi no le dejaban ver e iba tropezando con los fardos de provisiones que había esparcidos por el suelo. Caía y volvía a levantarse con la cara manchada de polvo, una y otra vez.

- Mamonazo!!..Yul!!! Mamón..!!- gritaba el sargento.
Yul,se giró al igual que el resto de los soldados. Aretxe se abalanzó sobre él con tal fuerza que casi caen ambos al suelo. El Sargento levantó la carta, como enseñándosela a todos y empezó a reír.

- Es niña !! Es niña!! Y se llamará Claudia!! como su madre!!