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Al llegar a la Oficina y mientras me tomo mi primer café/te abro, además del correo y otros programas, abro dos páginas web necesarias para mi trabajo y para mi curiosidad económica: 1) www.expansión.com para echarle un vistazo al IBEX y a las noticias económicas.
2) www.euribor.com.es para echarle una ojeada al Euribor y a los post de Carlos López.
En ésta última rescató ayer un comentario(con experimento incluido) de un lector, Aclarador, el 24/10/08 a un artículo interesante sobre las tendencias socio-económicas de eso que llamamos "homo sapiens". Os corto y pego lo referente al curioso experimento y dejo la clase teórico-práctica de economía para otro día.
Dice Así:
“ El experimento es el siguiente:
En una jaula encerraron 10 monos, y en el centro pusieron una escalera, y en lo alto de la misma una cesta llena de plátanos. Los monos intentaban subir a cogerlos, y cada vez que lo hacían, desde afuera enchufaban una manguera y echaban chorros de agua a todos los monos hasta que paraban de subir. Cuando paraba el castigo, algún mono intentaba volver a subir, y entonces, vuelta a echar chorros de agua a los monos. Con el tiempo, cada vez que algún mono intentaba trepar por la escalera, los demás lo golpeaban y agarraban para que no lo hiciera. Los monos desistían de subir.
Entonces sacaron un mono y metieron uno nuevo. El nuevo iba directo a la escalera, y los demás lo golpeaban y agarraban para que no lo hiciera. Tras varios intentos, el mono nuevo desistió de subir. Así fueron sacando a los monos antiguos uno a uno y añadiendo un mono nuevo por cada uno que sacaban. Cada vez que entraba un mono nuevo e intentaba subir, recibía su correspondiente paliza, a la que se añadían los monos nuevos que entraron antes que él.
Pues bien, cuando los diez monos antiguos habían sido sustituidos, los diez monos que quedaban no subían a por los plátanos, y cuando alguno lo intentaba, los demás se lo impedían a golpes. El detalle está en que ninguno de estos diez monos había sido castigado con la manguera, sino que desde que entró había visto cómo cada vez que intentaba subir, recibía una paliza.
Si a esos monos les hubieran preguntado: ¿Por qué les "cascáis" a los que intentan subir a por los plátanos? Seguramente hubieran respondido: “No lo sé, pero es que aquí las cosas siempre se han hecho así.”
Qué rabia da pensar que estos monos “ovejiles”, este rebaño platanero es tan parecido a nuestra sociedad!!!
