El Camino (1996) y el Noble de Roma.

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Me acaban de dar un golpe en el centro de este tórax sensible.
Yo pasaba por mi camino, con mi lunes bajo el brazo y las tareas hechas, por el blog de Cornelivs y de repente me coge el corazón y lo apalea, me da una lección de humildad y me tuerce el gesto. Un patricio de Roma, un hombre bueno.



Pasaba y me encuentro con el sentimiento que deja la muerte de un ser querido .
Este bálsamo para el corazón, que cura pero escuece, me hace añorar lo que ya no tengo y envidiar lo que nunca seré capaz de escribir.
No rindo pleitesía porque nací libre y nunca agacharé la cabeza ante ningún hombre, pero este Noble de Roma me ha golpeado en la boca del estómago y me ha hecho hincar la rodilla.
Aprovecharé que estoy besando el suelo para dejar las frases que escribí en Contando Estrellas (1996-2002) cuando yo también perdí a alguien querido, lo escribí mientras iba de camino a velar su muerte, cuando aún era lobezno.

El Camino(1996)

El camino estará rodeado de pequeñas flores amarillas y grandes mantos de rojo y oro que hacen dulce el pasar. Sin embargo hay momentos en que el camino se torna triste y se hace duro caminar.(...)Te encuentras con un sauce carcomido por el tiempo, un tiempo inadvertido que termina arrancando el viejo fruto de la tierra; el tiempo se hace penitencia, el camino llega a su fin.
Malavenido fin para una dura senda, que ahora será infinita y plena. (...) Aquel viejo árbol madurado por las penas y las alegrías sera recordado: como una bella puesta de sol que vemos desde el camino... como una puesta de sol que dura un ápice en la inmensidad del tiempo y una inmensidad en nuestro caminar por la vida.